Actualmente los seres humanos competimos contra tantos distractores, que es cada vez más complicado llamar la atención de alguien o entablar una plática interesante que no se vea interrumpida cuando alguno de los dos le eche una ojeada a su teléfono. Y esto sucede indistintamente en una reunión, una cita o incluso en un chat digital. La solución, tener tema de conversación y cultura general, y para ello no es necesario que seas un erudito ni una rata de biblioteca, sino contar con el dominio de diferentes temas.
Basta contar con 3 virtudes para tener más cultura general en nuestro acervo: la curiosidad, la investigación y el aprendizaje.
para que tu persepción de la realidad se mejore lee noticias. Así sea de medios tradicionales o de internet.
Aprende a detectar fake news. De lo que leas, asegúrate que sean fuentes oficiales y no paginas falsas de notas inventadas. Mantente al día en temas de actualidad. Toma en cuenta los temas en boga e infórmate al respecto.
Escucha toda la música de moda, te guste o no, para que tengas elementos a favor o en contra.
Lee mucho. Sí, ya sea revistas, libros o artículos en internet, la lectura aumenta tu nivel de conocimiento y tu vocabulario.
Política
Dicen que de política y religión no se debe discutir si se quiere llevar la fiesta en paz, pero es una realidad que en nuestros tiempos, la política es un tema que no se puede eludir. Día a día, hay algo que comentar y si quieres parecer una persona inteligente, lo mejor es que asumas una postura, sin llegar a los extremos.
Apréndete los básicos: cómo se llama el gobernador de tu estado o el nombre de algunos miembros del gabinete de la o tus representantes locales.
Debes estar enterado de los nombres de los principales líderes del mundo, sobre todo si se trata de políticos protagonistas de los titulares de los noticieros o de personajes con influencia en la política interior de tu país.
Si ves que el asunto va a dar lugar a una discusión sin salida, sé inteligente y salte por la tangente, que las personas suelen ser muy apasionadas al respecto en estos tiempos. No ofendas a ningún político ni le pongas apodos, aunque lo odies; ten argumentos mesurados, eso otorga mucha clase.
En el libro “Literatura Universal”, el autor español Sabino Méndez escribe: “Hicimos planes cada uno sobre nuestro futuro, hablamos de política internacional y, cuando se hizo tarde, intentamos poner orden en el caos de prendas que se hallaban en el suelo”. Y sí, sus palabras indican que una intensa plática sobre política no está peleada con un sexo igual de efusivo.
Sexo
Debes tener la mente abierta y no evadir ningún tema. Eso sí, debes hacerlo con pinzas para no herir susceptibilidades ni sonar misógino.
Lo ideal es que estés al tanto en cuanto a descubrimientos sobre el tema sexual, en cuanto a libertades sexuales conquistadas, noticias sobre descubrimientos en cuanto a salud en ese campo, y sobre todo, que no se te ocurra sacar a colación ideas discriminatorias o retrogradas en cuanto a sexo.
Otro punto que debes tomar en cuenta es el buen gusto, el sexo es un tema delicado y hay una línea entre lo atrevido pero elegante, y lo sórdido y ordinario.
Religión
Otro tema que por lo general desata conflictos, pero del que debes tener algo de trasfondo para platicar (así no te interese mucho). Para empezar, es necesario que definas lo que crees o en lo que no crees. Ya seas agnóstico, ateo o creyente, debes tener suficientes argumentos para defender tu postura.
Debes contar con ciertos conocimientos de ciencia, teología, antropología y hasta filosofía, para así responder y discutir algún cuestionamiento de tu interlocutora. Si no estás preparado o es un tema que no te interese en lo más mínimo.
Debes manejar al menos el dato de qué religiones importantes existen en México y en el mundo y un poco de su historia.
Salud
En el tema de la salud es fácil generar consejos falsos que se presten a crear incertidumbre y desinformación. Mucho menos te atrevas a recomendar medicinas o remedios caseros .
Para ostentarte como una persona inteligente e informada durante la conversación, tu opinión sobre estos temas debe estar sustentada por la lectura de fuentes oficiales. En estos casos, no se vale la informalidad.
Einstein dijo alguna vez: “La mayor parte de las ideas científicas fundamentales son esencialmente sencillas y, por regla general pueden ser expresadas en un lenguaje comprensible para toda la gente.
Música
Si bien se vale que seas de esas personas que aseguran “escuchar de todo”, ésa es la respuesta más ambigua que podrías ofrecer al inicio de una conversación. Y es que “escuchar de todo” implica en algunos casos que no hay nada que te apasione musicalmente hablando, o que en realidad no tienes de qué platicar y te da igual.
La respuesta que sí denota que posees la suficiente cultura general en cuanto a música, es mencionar algunos géneros en un orden que puede ser jerárquico o no, pero que demuestre que dominas o te interesan temas concretos sobre los cuales puedes comentar algo.
Deporte
Sobre este tema masculino obligado, se puede decir que es casi una ley conocer los estatutos básicos de cada actividad deportiva, los torneos actuales en diferentes áreas y sí, contar con la suficiente información en la cabeza para explicarle a ella (si te lo pregunta frente a todos o en privado), cuáles son las reglas del golf, qué opinas de la selección de futbol femenina (y que no sepas que existía, sería terrible) y dominar algunas estadísticas.
Es prudente, conocer datos sobre leyendas del deporte y su gloria, ya que por lo general sus atributos extra-deportivos (por ejemplo, la vida del tenista John McEnroe o del ciclista Lance Armstrong) dan lugar a temas interesantes a la hora de tener una conversación o agregar datos a una plática.
Arte y cultura
Hoy hablar de arte puede ser más sencillo que en otras épocas en que era necesario que fueras al museo o a la biblioteca.
Para poder tener tema de conversación en este sentido, además de la tarea de conocer los clásicos de toda la vida, bien vale la pena que averigües quién es quién en la actualidad.
Lo mismo aplica para libros, no seas como Peña Nieto que no pudo citar tres diferentes títulos. Para obtener cultura general, es básico que te acostumbres a leer permanentemente alguna obra del género que más te entusiasme; opciones hay muchas, tiempo también.
Recuerda que una de las claves para ser buen conversador es saber ordenar tus ideas al hablar y además, tener de qué hablar.