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El estrés en tu vida

Las mujeres que sufren de trastorno por estrés postraumático tienden a ganar más peso.
El trastorno por estrés postraumático es un grupo de síntomas angustiantes que se manifiestan después de sufrir o ser testigo de un incidente que cause terror, angustia y miedo como es el caso de accidentes automovilísticos o de trabajo, desastres naturales, robos o ataques violentos, violación, secuestros y torturas.

El problema cobra más importancia aun si se tiene en cuenta que estas situaciones exceden a las complicaciones puramente psicológicas ya que, por ejemplo, las mujeres tienes más posibilidades de sufrir agresiones como violaciones, que las pone en riesgo de adquirir enfermedades de transmisión sexual.

Las mujeres que sufren el trastorno por estrés postraumático tienen más posibilidades de tener sobrepeso u obesidad que las mujeres que no sufren esta condición e incluso aumentan de peso más rápido que las demás. Esto pone en riesgo su salud, al exponerlas a todas las condiciones asociadas al exceso de peso. Se consideran que esto puede estar relacionado con un incremento en el nivel de las hormonas debido al estrés. Además, las mujeres que han atravesado por una situación traumática o dolorosa pueden adquirir hábitos poco saludables que fomentan el aumento de peso, como comer más comidas con muchas calorías pero poco nutritivas y hacer menos ejercicio.

Si has sufrido alguna experiencia traumática y sientes que no puedes sacártela de la cabeza, es importante que busques ayuda para superarlo. Según la definición, los síntomas de este trastorno pueden durar al menos un mes y afectan seriamente tu capacidad para funcionar normalmente en tus actividades cotidianas, en el hogar, en el trabajo o en otras situaciones sociales. Entre los síntomas y/o señales que podrías notar se encuentran:
Imágenes mentales, pensamientos o pesadillas relacionadas con la situación traumática.

Sensación de recurrencia del trauma.

Ansiedad marcada y/o ansiedad física (falta de aire, mareos, palpitaciones, sudor).
Evitar el recuerdo (pensamientos, personas, conversaciones, actividades) del trauma.
Incapacidad para recordar detalles importantes del trauma.
Pérdida de interés en las actividades que se disfrutaban previamente.
Sensación de estar ajena o desconectada de otras personas.
Sensación de letargo emocional (incapacidad para experimentar emociones normales, como el amor).
Creencia de que la vida será más corta de lo esperado.
Sentirse irritable (tener problemas para dormir, dificultad para concentrarse, estar en constante resguardo contra el peligro y sobresaltarse con facilidad.

Si tienes síntomas como los mencionados y ya ha pasado más de un mes de que hayas sufrido una experiencia traumática, busca ayuda profesional para poder volver a disfrutar los momentos felices de la vida.